sábado, 26 de enero de 2008

La iluminación navideña de los ateos que nos gobiernan 24 de dieciembre de 2007


La pobre iluminación navideña que este año exhiben las calles de Sevilla ha generado tanto polémica en la comparativa con otras ciudades como malestar entre los ciudadanos en general y los comerciantes del centro en particular. El Gobierno municipal, con el primer teniente de alcalde, Antonio Rodrigo Torrijos (IU), como líder de la iniciativa, ha querido este año dar ejemplo en este apartado de austeridad y «descentralización», erradicando las luminarias de hasta 16 calles comerciales del centro para llevárselas a ciertos barrios que no las tenían, como San Jerónimo.

Mientras en todas las grandes capitales del mundo el centro se exhibe a propios y turistas con espectaculares iluminaciones, en Sevilla se ha decidido recortar esta instalación en la zona más visitable y llevar pequeñas muestras a barriadas, donde el provecho promocional o turístico es ínfimo. Así, sorprende ver la Avenida de la Constitución exenta de luz navideña; o la calle Tetuán con una especie de zarzas blancas de muy escaso porte; o pequeñas lucecitas rojas en Sierpes; o leves estrellitas en Cuna; o República Argentina sin una sola bombilla que sirviera de contraprestación a los años de calle cortada y obras. Es la Navidad más oscura y cutre que se recuerda en el centro de Sevilla. El Ayuntamiento dice que todo ha costado 750.000 euros y que se ahorra mucha energía.

Al hilo de esto, la Confederación Provincial de Comerciantes de Sevilla (Aprocom) criticó ayer la «mediocre y ridícula» iluminación instalada por el Ayuntamiento en el casco histórico y en la céntrica zona comercial, iluminación «paupérrima, carente de todo motivo alusivo a la Navidad y que no contenta a nadie». Desde Aprocom, en una nota, se advirtió de que «el comercio está tremendamente descontento, insatisfecho y contrariado por el tipo de iluminación navideña», atribuida desde esta entidad al primer teniente de alcalde, Antonio Rodrigo Torrijos (IU), de quien se destacó su «obcecación con todo lo que suene a comercio del centro, que le lleva a dejar a oscuras un número de calles emblemáticas».

Demoledora comparativa

Entretanto, otras grandes capitales deslumbran, algunas desde hace ya semanas, con su puesta en escena navideña. Uno de los ejemplos más significativos es el de Londres, donde la práctica totalidad de calles céntricas se iluminan desde noviembre junto con el clásico árbol gigante de Trafalgar Square. Covent Garden, Oxford Street... el espectáculo no tiene fin. En torno al millón de libras desembolsan las arcas municipales. Este año, como gran novedad, Nokia ha patrocinado la iluminación navideña de Regents Street, una de las vías comerciales principales de la capital inglesa, como parte de una campaña para anunciar la llegada inminente de su tienda insignia en la urbe, en el número 240. La instalación se llama «Unity», ha sido desarrollada por una empresa de vanguardia en proyectos de iluminación y se sale de la tradicional iconografía para recordar a un decorado sideral y moderno, con esferas de distintas gamas de azules y rosas «colgando» en plena vía.

Quizás la capital europea que más destaca en este ámbito es París, donde la visión de los Campos Elíseos iluminados por completo hasta el Arco del Triunfo -cada árbol, cada seto, cada farola- dejan boquiabierto al visitante. Este año estrenan luces ecológicas, con las que se consume hasta un 70% menos, pero el ahorro energético no conlleva, como en Sevilla, una reducción de los espacios iluminados. La Torre Eifell se ilumina también por completo, con los famosos destellos blancos cada cuarto de hora. «La ciudad de la luz» hace en diciembre más honor que nunca a su catalogación. Sólo en iluminar los Campos Elíseos, el Ayuntamiento parisimo gasta 450.000 euros.

En el repaso a otras grandes capitales debe destacarse la belga, Bruselas, en cuya Gran Plaza se lleva a cabo cada noche un espectáculo de luces navideñas impresionante acompasado con música clásica y que resulta centro de atracción turística por sí solo.

En Roma, las principales vías comerciales -Condotti, Corso, Veneto...- están completamente iluminadas. Los comercios aportan mucho en la capital italiana en lo referente a luces navideñas, aunque los responsables municipales también colocan, por ejemplo, un abeto gigante lleno de luces junto al Coliseo. En El Vaticano, el árbol de Navidad situado en la plaza San Pedro se estrena precisamente hoy; el ejemplar de abeto de este invierno tiene unos 140 años, mide 26 metros y pesa tres toneladas. Decorado con 2.000 esferas luminosas, adornará la plaza vaticana junto al tradicional Belén. En Alemania, su capital, Berlín, pero muy especialmente Fránkfurt, Múnich, Hamburgo o Dusseldorf presentan en estas fechas un aspecto espectacular gracias a las luces instaladas por los ayuntamientos

Más allá de las fronteras europeas, de sobra conocida es la espectacular iluminación de Nueva York. La Quinta Avenida o las treinta mil luces que rodean el árbol navideño situado en el Rockefeller Center, un abeto de más de 25 metros, son ejemplos más que ilustrativos y polo de atracción de miles de turistas en la Gran Manzana. Más exagerado es todo en Asia, donde urbes como Seúl, Pekín o Tokyo gastan millonadas en decorar sus calles.

En España, Madrid destaca por sus luces de diseño con más de 150 espacios públicos iluminados con 9 millones de lámparas y un gasto de nada menos 3,5 millones. En Barcelona, sin embargo, los comerciantes costean casi todo y el municipio sólo paga el consumo.

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