La palabra Ateneo, en sentido estricto, significa santuario de la Diosa Atenea y, conservando la significación de cultura ateniense, se ha empleado para designar instituciones científicas literarias y artísticas dedicadas a elevar el nivel intelectual de las gentes, por medio de discusiones, conferencias, secciones y lecturas. Por extensión, los Ateneos son lugares en donde se reúnen algunos científicos, literarios y artistas para discutir y difundir sus conocimientos.
Concretamente, en el Ateneo de Sevilla se lleva a cabo numerosas actividades encaminadas a enriquecer la cultura en todos los ámbitos. Por ello, y desde que se fundara esta tan prestigiosa institución allá por 1887 por Manuel Salés y Ferrer, se han ido instaurando numerosas secciones. Está la sección de arquitectura, economía, sociología, medicina, historia, derecho… Y la de literatura.
La sección de literatura, dirigida por el Jesuita Carlos Muñiz, es una de las pocas que tienen más seguimiento por parte de los ateneístas y por literatos de todo el mundo. Los escritores de la Generación del 27 popularizaron el Ateneo sevillano por constituirse en su antigua sede de la calle Tetuán, en unos momentos por los que esta asociación cultural no pasaba por muy buen momento. Por este motivo, el sello `Ateneo de Sevilla´ en las convocatorias de los premios literarios que esta asociación realiza a través de las revistas especializadas de todo el mundo hace que muchos escritores no quieran acabar su carrera sin llevarse un premio Ateneo que aumente su prestigio.
El objetivo de la sección literaria del Ateneo es dinamizar la cultura a través de los libros. Dentro de sus actividades diarias están las tertulias, las conferencias, la lectura de poemas, presentaciones de libros y la convocatoria de los premios Ateneo de Novela; Ateneo Joven; Ateneo de Poesía y Poesía Joven. El prestigio ateniense es tal que cada año se presentan a los premios cientos de novelas. Sólo cinco llegan a la fase final – los libros vienen en sobres grandes sin el nombre del autor, para que los miembros del jurado la leen no sepan quien la escrito – y en muchas ocasiones provienen de escritores muy importantes a nivel nacional e internacional como Espiro Freire – Soria Mira – y Javier Marías, ambos Premios Planeta y galardonados con los premios Ateneo de Sevilla. Entre los participantes en las conferencias y lecturas de poesías hay que destacar al poeta Pablo García Baena o el escritor Enrique Guillén como los participantes más recientes.
La mecánica de elección de los libros se hace mediante la editorial Algaida, quien recibe todas las obras que se presentan a la convocatoria de los premios Ateneo. Un comité que se renueva cada año por la Junta se leen las cinco obras finalistas y luego los miembros del jurado defienden la obra que más les a gustado. Claro, que ninguno sabe ni el título ni quien la ha escrito todas vienen en grandes sobres.
Carlos Muñiz, cuenta que “para que una novela pueda optar a los premios literarios tiene que presentar un buen argumento, con personajes fuertes; una historia que enganche al lector y que a través de la novela el autor sepa contar, aunque escriba mal. Es decir, puede faltar técnica, pero mantiene el interés. Si esto se cumple en esa novela hay madera”. Muñiz cree que no se hacen buenas novelas y muchas de las que se presentan lo que hacen es imitar a muchas de las que ya están en el mercado.
Este Jesuita que dirige la sección literaria del Ateneo de Sevilla desde 2002 ha escrito relatos y ensayos en revistas y libros, y de esto de las letras sabe bastante. De hecho formó parte de un grupo de literatos que fomentaron la intelectualidad y la cultura andaluza fuera de los folclores y de lo festivo, junto con el teatro de Salvador Távora. Eran los Narraluces formados por el propio Carlos Muñiz, Luis Berenguer, Julio de la Rosa, Manuel Ferrán y José Luis Lanzagorta. En su opinión “en España hay poco interés por la literatura porque nos cansamos muy pronto”.
Sin embargo, el Ateneo de Sevilla es una de las instituciones culturales en España que nunca dejará que la afición por la lectura decaiga, aunque sean pocos los interesados en ella. Y es que nuestra historia, con la Generación del 27 a la cabeza, dieron a esta tan sevillana asociación un caché necesario para que nadie deje de presentarse a unos premio con mucho caché.
No hay comentarios:
Publicar un comentario