sábado, 26 de enero de 2008

Rotundo No al aborto 8 de enero de 2008


Es de todos sabido que matar en España sale prácticamente gratis. El reducto perfecto en Europa para toda clase de mafias y asesinos, amén de bandas del este y las consecuencias por los delitos son nimias.

El doctor Morín sabe esto, y no es casualidad, seguro que no, que sus clínicas abortivas se ubiquen en España, en Barcelona concretamente.
Este sujeto, que ha practicado abortos hasta a fetos de ocho meses, acaba de salir de prisión tras dos meses de permanencia en ella. Tampoco los ha practicado él todos; se dedicaba a firmar documentos que acreditaban que él llevaba a cabo la muerte cuando en realidad eran colegas no cualificados en España siquiera para anestesiar a la madre.

La Audiencia de Barcelona ha estimado que no existe peligro de fuga o de destrucción de pruebas y lo ha dejado libre, al contrario que las miles de vidas que este ser amoral ha descuartizado (y no es metáfora o hipérbole).

Me gustaría una aclaración al respecto de "la destrucción de pruebas". No se si se refieren a los trozos de fetos muy avanzados que se han encontrado en bolsas de basura junto a restos de bebés matados de manera "legal". Sí, la práctica era mezclar miembros de bebés de diferente tiempo para ver si había suerte y, dado el caso que se investigasen los restos, no se reconociesen los de los bebés muertos de manera "ilegal". Visto que el tema era muy engorroso, en las clínicas de este ser inhumano se compraron máquinas trituradoras de carne semi-industriales; lo bastante grandes como para que, conectándolas a un inodoro, expulsen en forma de masa cualquier trozo de carne que en ellas se introdujesen. Obvia decir que en este caso, la carne era humana. Los asesinos han existido siempre, y los asesinatos siempre han estado mal vistos, tanto desde el punto de vista moral más elemental como por la ley. Hoy ya no, y es que asisto perplejos a la invitación por parte de ciertas asociaciones feministas (esto es: contra la mujer) y de partidos de extrema izquierda a que las mujeres se autoinculpen por haber abortado ¡como si del asesinato pudiera hacerse gala! Y esto se supone que es progreso...

Personalmente asumo una posición contraria al aborto, apuesto por estar a favor de la vida y de la dignidad humana. Una política que dé apoyo moral, social, educativo, laboral y sanitario a cualquier mujer que desee sacar adelante una vida humana, máxime cuando las condiciones de esa mujer o familia no sean las más favorables. Una política que conciencie a los ciudadanos de la importancia de asumir las consecuencias de sus actos así como de la sagrada inviolabilidad de la vida.

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