En la temporada 1946-47 el Real Betis Balompié, fundado en 1907, primer equipo Campeón de la Copa de Sevilla, Campeón de Andalucía en 1928, primer equipo andaluz en alcanzar una final de la Copa de España, primer equipo andaluz en alcanzar la Primera División y Campeón de Liga en 1935, llega al final del viaje cuya primera estación podríamos situar simbólicamente en el número 2 de la Calle Bilbao, aquel 18 de Julio de 1936. El Real Betis Balompié se desploma a la Tercera División. El único Campeón de Liga que ha pasado por esa división. El único que puede decir que ha pasado por el Cielo, el Purgatorio y el Infierno, y que ha sido Campeón en todos ellos. Y que volverá de ese infierno para proclamarse por dos veces Campeón de España… pero para eso quedan muchos años.
La consumación de la debacle duele más porque, curiosamente, aquella temporada las expectativas eran muy positivas: Las incorporaciones de Ibarra, Máximo, Erasmo, Gonzalo y Salustiano, y el despertar goleador del joven Botella auguraban una temporada tranquila e incluso ilusionante. Pero en la novena jornada Botella resulta lesionado en un choque con el portero del Granada. Y el Betis, sin delanteros al haber traspasado a Roldán al Málaga, ha de tirar de Máximo como improvisado delantero. El resultado habla por sí mismo: En las 17 jornadas restantes marca menos goles -18- que en las 9 jornadas que llevaba hasta dicha fecha -19-. A esta grave lesión se unen otras cuatro lesiones, entre ellas la de Gonzalo con fractura de peroné.
Nadie es capaz de arreglar lo que se viene encima: Ni Manuel Romero Puerto, que asume la Presidencia a primeros de Febrero, ni el fiel Peral, que sustituye a un Patrick O´Connell cansado e impotente. Y llega el 6 de Abril de 1947: el Betis se enfrenta en casa a la Real Sociedad; una victoria le asegura matemáticamente eludir el descenso directo e incluso la promoción. La afición se vuelca y como siempre llena Heliópolis en un partido mañanero… para ser testigos de cómo un gol en fuera de juego termina de romper a los jugadores béticos, rotos en el campo y que acaban encajando un 0-3. La Tercera División se ve más cerca.
Pero aún queda una oportunidad: Los campos de Sport. Y los curiosos simbolismos de la historia del Betis. El 13 de Abril el Real Betis Balompié juega su último partido de la temporada en el mismo lugar donde había cerrado la temporada en 1935 y 1945, ante el Real Santander. Un Real Santander que está situado en último lugar. Es un partido a vida o muerte: una victoria salva al Betis, un empate puede permitirle al menos jugar la promoción y una derrota…
… Y sale derrota: 4 goles a 1. Y en el mismo lugar donde el Betis se había proclamado Campeón de Liga aquel 28 de Abril de 1935, con un concluyente 0-5 ante el Racing de Santander; en el mismo lugar, decimos, el Real Betis Balompié certifica su descenso a la Tercera División el 13 de Abril de 1947. Para más detalles, con dos actores comunes a ambos episodios: los sempiternos (incluso durante la Guerra) Peral y Saro… simbolismos verdiblancos
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